Los robots (hace años llamados autómatas) existen desde la antigüedad. Si nos remontamos a los años 60 d.C nos encontramos con los pájaros mecánicos de Herón de Alejandría, que fueron diseñados como juguetes sin interés en encontrarles otra aplicación. 

Sin embargo, los primeros ejemplos de autómatas, se registran en la antigua Etiopía, cerca del año 1500 a. C, donde el arquitecto Amenhotep, hijo de Hapu, construye la estatua de Memon, el rey de Etiopía, que emite sonidos cuando la iluminan los rayos del sol.



Aunque la mayor parte de las personas tienen un idea intuitiva a cerca de lo que es un robot, no existe un consenso claro sobre qué tipo de máquinas pueden considerarse robots.

Según el dicionario de la Real Acadenia de la Lengua Española, un robot es una máquina o ingenio electrónico programable, capaz de manipular objetos y realizar operaciones antes reservadas solo a las personas.

Un robot consta de una parte física palpable que constituye su hardware, lo que sería su cuerpo y de unos programas (software), que controlan su funcionamiento. Es decir, un robot tendría las siguientes características:

- Va a ser una máquina automática programable. Por tanto será capaz de funcionar de manera autónoma y podrá cambiarse su forma de actuar modificando su programación, sin necesidad de cambiar sus componentes mecánicos.

- Debe poder interaccionar con el medio, de manera que su comportamiento se modifique según las condiciones exteriores a él mismo.

El uso de robots está cada vez más presente en multitud de sectores y en poco tiempo posiblemente estarán presentes en el futuro laboral y cotidiano de todos nosotros. Por ello, es necesario formar a las nuevas generaciones en este ámbito y acercarles a una tecnología que dentro de unos años estará a la orden del día. Gracias a los avances tecnológicos en el desarrollo y programación de robots hoy día es ya una realidad ver trabajar a niños y niñas en la construcción y programación de robots, sin embargo, apenas existen ámbitos educativos que enseñen robótica a los más jóvenes. Son muy pocos los centros educativos en los que se trabaja este tema, bien porque puede resultar caro disponer de los materiales necesarios o porque el profesorado carece de formación en la materia.



La robótica educativa permite a los niños y niñas afianzar muchos de los conceptos teóricos que aprenden en la escuela y además, les lleva a experimentar y a estimular diversas inteligencias (lógico matemática, visual espacial, kinestésica, emocional, intrapersonal e interpersonal). 

Y eso no es todo, la robótica ayuda a desarrollar la tolerancia a la frustración, en la toma de decisiones, en el análisis y solución de problemas así como a saber lo que es trabajar en equipo. Además, estimula la creatividad, las habilidades de liderazgo, la autoestima y  la seguridad en sí mismos. Y lo más importante, la robótica desde una perspectiva lúdica les enseña nociones de diversas materias (física, matemáticas, mecánica, electrónica, programación…) que les servirán para su futuro académico y profesional.

No nos quedemos atrás y enseñemos robótica desde edades tempranas. Jugando, experimentando y construyendo robots acercaremos a los más pequeños las nuevas tecnologías de una forma divertida.  




Talleres de robótica educativa para niños/as y adultos en Madrid en ARGANBOT